Justo antes de abrir el navegador estaba hojeando una revista de informática de consumo. Hace ya tiempo que dejé de comprarlas. Durante un tiempo, incluso las hojeaba en la biblioteca -de hecho, todavía lo hago de vez en cuando... En este artículo del 2008: Revistas de informática: el timo de la estampita, ya las destripaba mediante un análisis del ratio contenido/publicidad...
Desde entonces, la cosa no ha cambiado mucho. Lo que me ha llamado la atención es que, aunque esta publicación no es la misma que la analizada entonces, ésta también incluye varias páginas de "recomendación de webs". No deja de ser curioso, desde mi punto de vista, ya que hace quizás tres años la gente no estaba tan habituada a internet, pero hoy en día, diría que absolutamente todo el publico objetivo de estas revistas sabe qué es Google y cómo buscar en él. Así que, ¿qué sentido tiene recomendar una web en una revista? Si estoy interesado en, por ejemplo, el bingo, abro una nueva pestaña, escribo "bingo" y obtengo, literalmente, cientos de recomendaciones de "bingos" (incluyendo un grupo de resultados con bingos cercanos a la ciudad donde vivo). Supongo que, una vez más, estas recomendaciones no son "altruistas" y que se basan en el pago de una cierta cantidad a la revista por parte de la web... Sólo así puede entenderse que "fancybingo.com", que es la web en cuestión que recomienda la revista, no aparezca entre las cinco primeras páginas de resultados que ofrece Google. Y me jugaría algo a que ningún aficionado al bingo decidido a probar su fortuna online pasa de la primera página de resultados...
Sin embargo, si hay algo que ha cambiado, y diría que radicalmente en los últimos tres años, son los teléfonos móviles. Como puede verse en el -desactualizado- gráfico de Nielsen, las predicciones de penetración de los smartphones en el mercado US eran imparables, donde uno de cada dos ciudadanos dispondría de uno de estos teléfonos inteligentes para 2011:
Diría que esta proporción tiene que ser significativamente mayor para el público objetivo de las "revistas de informática", ya que sus lectores tienen cierta filia por los gadgets y una manía obsesiva por estar a la última.
Así, no sería extraño suponer que, muy probablemente, el lector promedio de esta revista tenga un smartphone, desde el que puede acceder a internet vía una conexión de datos. Pero aunque la introducción de url's en los teléfonos ha mejorado mucho, escribir la dirección de un sitio web es un incordio. Para evitar tener que introducir las direcciones a mano en los teléfonos, se utilizan comúnmente los códigos QR: a través de la cámara del teléfono se toma una foto del código QR impreso en una revista o anuncio, el teléfono descifra la información contenida en el mismo (que suele ser la URL del anunciante) y se lanza el navegador para que el usuario pueda visitar la página sin problemas... Es decir, el código QR es el puente que, gracias a los teléfonos móviles, nos permite cruzar del mundo offline al online en un solo click.
En la revista, sin embargo, no he encontrado ni un sólo código QR (77 páginas).
Es cierto que, en occidente, los códigos QR no son populares. Pero si en algún sitio pueden ser de utilidad, es precisamente en las revistas de informática, donde el contenido y la web están íntimamente ligadas y donde el público objetivo valoraría positivamente poder evaluar las recomendaciones de la revista...
En cualquier caso, si alguien quiere promocionar esta página web en el mundo offline, le animo a imprimir y pegar por todos lados el siguiente código: self_loving.blogspot.com (vía Google Charts)
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